Hoy 29 de abril, en Brasil, es el día nacional del libro.
Para mí que soy ratón de biblioteca el día del libro es todos los días. Un libro es un amigo, es aquel con el que nos juntamos al finalizar el día, o en el medio de las actividades, y que nos brinda un momento de paz, de tranquilidad, que nos hace viajar y conocer otros lugares, otras gentes, otras culturas.
Mientras escribía mi tesis de doctorado conocí Lisboa de arriba para abajo a partir de las palabras de Maria Velho da Costa. Lo cómico fue que cuando pude finalmente ir a Portugal fue como si estuviese reviviendo lugares conocidos. No sé si les ha pasado.
Inclusive en este último viaje a Europa me pasó eso también con Venecia. A partir de algunos libros de Donna León y su personaje el comisario Brunetti aprendí mucho de los venecianos y de esa ciudad.
Un libro es un viaje...
Vengo de una familia era humilde y por el trabajo de mi papá nos mudábamos cada dos o tres años. Él que mal había llegado a 4º de primaria, cada vez que llegábamos a un nuevo destino nos llevaba a la biblioteca y nos hacía socios. A su vez le decía a la bibliotecaria que teníamos vía libre y, de esa forma, simplemente, palntó, al menos en mí, la semilla del amor por la lectura.
Con los libros uno puede tener relaciones de amor y odio. Algo que no nos gusta en determinado momento después nos agrada a más no poder.
Qué leo? de todo. Me gustan los romances históricos, porque con ellos podemos ver otras facetas diferentes a las mostradas en las clases de historia a las que nos acostumbraron en toda nuestra escolarización. Me gusta mucho la literatura escrita por mujeres. Al principio la elegía porque estaba cansada de tener siempre un punto de vista masculino; después porque son de una narrativa diferente, tienen nuances diferentes. Con mi amiga Cecilia, muchas veces, nos recomendamos libros.
Cuánto consumo? uno o dos libros por semana.
A lo largo de los años muchos autores me han cautivado, Benedetti, Bioy Casares, Borges, Sylvia Plath, José Saramago (el primer libro que leí fue "El evangelio según Jesucristo" y me encantó porque me mostró una forma diferente de narrar y, nuevamente que no hay una sola historia sino muchos puntos de vista..), crónicas de viajeros en la Patagonia como las de Popper. Marcela Serrano, Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, José Donoso, Julio Cortázar, Claudia Piñeiro, Ángeles Mastreta, Isabel Allende, Machado de Asís, Laura Restepo, Humberto Eco... y así seguiría enumerando a muchos más....
A mi marido también le encanta leer, aunque sus gustos son otros (a veces coincidimos con algunas cosas, pero él prefiere ciencia ficción).
En un momento fue tal el consumo de libros en casa que él me pidió que por favor me comprase una tablet: no podíamos seguir acumulando.
Aunque siempre pagué mis impuestos religiosamente y siempre fui a favor de los derechos autorales, también soy consciente de que es imposible continuar consumiendo más papel es necesario buscar otras salidas. Por eso, desde ese momento me torné fan de epublibre.org. Es un site donde se pueden descarcar libros gratis (en su mayoría en español, aunque hay algo en portugués, en catalán, en inglés y en francés). A veces cuando entramos en una librería para ver qué nos podemos comprar hay muchas cosas ya las he leído. Él sale con algo nuevo, pero yo....
Veo que de a poco a él también le va gustando la idea de tener uno. Hace unos días le ofrecí darle el mío y yo me compraba uno un poco menor (el mío es 10,1" y a veces me pesa en los brazos).
Qué me llama la atención? Cuando llegué a vivir en Florianópolis muy poca gente leía. A veces me sentía como sapo de otro pozo cuando abría un libro en el ómnibus. Hoy eso ya es mucho más corriente. Hay mucha gente que lee y mucha gente que compra libros. Me encanta entrar a una librería y ver el encuentro de generaciones dentro: Ver abuelos con sus nietos leyendo juntos me emociona.
En casa, cuando mi hijo era chicho, nos metíamos todos en nuestra cama y, uno diferente cada día, tenía que contar o leer una historia. Fueron momentos realmente agradables. A medida que fue creciendo mantuvimos eso de juntarnos algunos días en la cama, pero cada uno con su libro y así continuó, hasta que llegó a los 14 o 15 años: nuestra hora de lectura juntos.
Hoy, utilizando los libros como disculpa, mostré un poco más de mí, espero no haberlos cansado....
Qué bueno. Amo leer. Tengo una biblioteca monumental, que no siguió creciendo,mporque tambien opté hace unos años por el libro electrónico, por donar libros a la biblioteca de mi ciudad y por intercambiar libros con mi cuñada. Mis hijos son grandes consumidores de libros y una de las actividades preferidas cuando vamos de shopping es adentrarnos en una librería, cada uno en un sector. Cuando era chica, como me costaba practicar lectura, mi mamá me ponia como penitencia leer un patoruzito o isidorito. A partir de ahi, no paré mas. Un beso
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