Kit para bebé

Cuando supe que la ex-secretaria de mi marido estaba embarazada, para navidad, le regalé esta toallita que todavía no les había mostrado. Me encanta el diseño con el nombre de la bebé y las flores de la bebé. En mi caso, es un clásico que no me canso de repetir. 

Al contorno de las letras lo he "caseado" (a veces se me escapan de la cabeza esas palabras del español y cuando las quiero utilizar, como en este caso, se me viene el nombre en portugués...).

Además, para darle más vida y que las letras no quedasen sueltas hice una especie de jardín, el jardín de Nicole, lleno de flores.

No se rían, aunque hice mil y un intentos la foto no gira..... En estos momentos me dan muchas ganas de gritar AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

Pero bueno, como lo importante es que se vean los detalles, el problema es minimizado. A todo el contorno de la toallita le hice un ribete en crochet. En este caso utilicé primero hilo blanco y, después un hilo rosa matizado y aunque quedó muy simple, es en esa simplicidad donde reside lo bonito.

Cuando se la entregué le pregunté qué le hacía falta para la beba y me dijo que un bolso. 

Puse mis manos a la obra y rescaté un modelo de bolso de bebé que, porqué no, puede también ser utilizado para llevar las manualidades o como un complemento para viajes o para lo que se quiera...

El caso es que para el bolso prometido decidí utilizar la misma tonalidad de las letras de la toalla para formar un conjunto, cuyo resultado fue este bolso lindo, práctico, multiuso y súper lavable. 

Adentro está forrado y le puse un bolsillo con cierre para poder guardar documentos, celular, billetera o lo que considere necesario. En las laterales también tiene dos bolsillos en los que entra una mamadera de cada lado. No sé dónde han quedado las fotos de esos detalles... 

Continuando con el kit para Nicole, para que el bolso no fuese solito, le adicioné una bolsita para que pueda poner los pañales limpios adentro y que no anden sueltos... Como terminación de los cordones, a una punta le coloqué un botón de una vaquita de San Antonio y, a la otra, una frutilla. Ha quedado muuyyyy dulce!!!!

Y, como si fuese poco, mi mamá le hizo un conjunto de saquito y escarpines para que no pase frío...

Cuando Aline vio el paquete se emocionó muchísimo, pero mucho más al ver el contenido. Son esos momentos, cuando vemos la alegría de la otra persona al recibir un regalo hecho con mucho amor y pensado al detalle, que nos dan muchísimas más ganas de seguir trabajando en lo que nos gusta.